¨Pero bendito el hombre que confía en mí, que soy el Señor, y que en mí pone su confianza. Ese hombre es como un árbol plantado junto a los arroyos; echa sus raíces junto a las corrientes, y no se da cuenta de cuando llega el calor; sus hojas siempre están verdes, y en los años de sequía no se marchita ni deja de dar fruto¨
Jeremías 17:7-8
Los últimos seis años de mi vida, y desde que Dios me regaló ésta promesa he tratado de vivir con este versículo como mi máxima. Al principio no entendía que era una promesa, hasta que el Señor de manera repetida y constante seguía enviándome mensajes alrededor de este versículo, era ya tan evidente que un día dije, - Ok Señor, en ti y sólo en ti confiaré - No se alcanzan a imaginar cuantas cosas he logrado a través de esta confianza sólo en Dios. Muchas veces yo misma me digo, - no sé cómo voy a hacer, sólo sé Señor que tú estas a cargo- , y veo las cosas milagrosamente suceder.
Pasó mucho tiempo en que pudiera entenderlo porque muchas veces fueron las que traté de imponer mi voluntad, mis deseos, mis sentimientos, y no escuché la voz de Dios. (Es más lo sigo haciendo) Pero son más las veces en que me decido a soltar y confiar ¿Por qué? Porque lo que hice antes de tomar esta decisión a mi no me funcionó, no se a ti, pero forzar los proyectos o relaciones, culparme, no sentirme suficiente, querer tener la razón todo el tiempo, buscar la perfección, querer cambiar a los demás, ¡No me funcionó! Así que he experimentado una sensación de libertad y a la vez de incertidumbre a través de confiar, lo único que sé es que al hacerlo me he permitido confiar más en mí también.
Confiar es una oportunidad para conocernos, porque pone a prueba nuestras propias creencias limitantes. Creo que a veces no hago las cosas tan bien como quisiera, porque me distraigo con todas mis ilusiones de nuevo, pero me alegra que ya pueda por lo menos identificarlo y estar consciente de ello. Una de las cosas que más ha estorbado los proyectos, metas y sueños en mi vida, es esa necesidad de acelerar las cosas. Esa necesidad de tener el control de todo y de que sea de inmediato. Hoy por ejemplo quería hacer lo que quizás no vaya a poder hacer (incluso en esta semana) Vivimos en la época de la ¨inmediatez¨ y sé que alguna vez han podido sentirse así, porque hablo de muchas cosas, desde hacer una dieta y al día siguiente querer empezar a ver cambios, o si inician algún proyecto, como cuando empecé con el blog, querer enseguida tener miles de suscriptores. ¡Intentamos apresurar TODO!
Mi humanidad, personalidad, y mi libertad dada por Dios te tomar mis propias decisiones me hacen vivir en una constante duda entre lo que quiero, y discernir lo que Dios realmente quiere para mí. Sin embargo, desde que asumí que soy 100% responsable de todo lo que sucede, agarré el timón de mi vida bien duro y no dejo que el miedo lo conduzca. Pero quiero que sepas que no es fácil, es muy fácil escribirlo, llevarlo a la acción me ha permitido ver el nivel y profundidad de mis miedos. Y es tan sencillo como dejar de darle direcciones a Dios y de volverme más humilde para poder realmente someterme a su perfecta voluntad. Honestamente me he observado estas semanas en uno de esos momentos donde me pongo más ansiosa y me digo -¡Calma! Solo es lunes, tómate un café y respira. Dios te lo ha prometido, CONFIA y déjalo trabajar-, pero es que ciertamente ¿cuanto nos cuesta eso de entender sus tiempos verdad? Sólo cuando por fin suceden las cosas es que podemos afirmar, -cuanta razón no era en ese momento, éste era el momento-.
¿Tienes algún sueño? ¿Conocer un país en especial? ¿Escribir un libro? ¿Crear tu propia empresa? ¿Conocer a esa persona ideal? Pues, yo si, y muchos, es más estoy trabajando tannn duro en pro de alcanzarlos. Y la verdad, aunque muchas veces me agote físicamente, mi mente NUNCA nunca NUNCA se cansa, al contrario cada vez vuela más y más alto, y me divierto muchísimo mientras concreto mis ideas. Y la verdad DE ESO se trata, de divertirnos mientras confiamos.
Siempre estoy pensando en que lo ideal es que todos los seres humanos podamos cumplir nuestros sueños, ¿no? Pero como vivimos en el miedo, en la desconfianza y en la impaciencia, creemos que no lo merecemos y peor aún siempre pensamos que no los podremos alcanzar. Y es muy probable que a ti te pase como a mi, mucha gente diciendo: deja de soñar, tienes mariposas en la cabeza, eres muy ingenua y la verdad es que no. Miren, cuando me decidí a empezar con el blog, muchas personas me alentaban, los más cercanos, pero también, y al mismo tiempo, muchos conocidos pensaban, es más piensan que estoy loca, me miran con burla sin tomar en serio este aspecto de mi vida, -¿escribir? ¿quién vive de eso?- Pero estas semanas recibiendo tantos mensajes de animo, de apoyo, de personas que no me conocen, me hizo entender que esto es más grande de lo que yo misma pensaba, y eso señoras y señores es cumplir un sueño, juntas, así que por eso eternamente les estaré agradecida.
De sus comentarios y mensajes he podido entender que hay muchas así como yo, por eso puedo darles estos consejos que me han permitido concentrarme más, confiar más, ser más paciente, y dejar que todo realmenteee fluya. Respira profundo y detente, identifica cuando te estas auto presionando y sin necesidad. Cambia la duda por la confianza. Confía que los tiempos de Dios son más efectivos que los tuyos. Toma C O N C I E N C I A de que quieres acelerar los procesos y que eso te desgasta, suelta el control. TODO lo bueno de la vida toma tiempo. Confiar es una decisión importante, tú éxito depende de ello y es INEVITABLE. Porque seamos sinceras, ¿cuando te ha funcionado la impaciencia?
Hay tres certezas que nos permiten confiar más y mejor: Nos vamos a equivocar, es la primera. Entonces ¿Por qué pretendemos que los demás no se equivoquen?. Somos evolución, cambiamos drásticamente todos los días, así que no esperen ser iguales que hace unos años, no somos iguales que hace tres meses, incluso, no somos iguales que la semana pasada, vamos creciendo con cada experiencia, esa es la segunda. Y, la tercera es que cada uno de nosotros pasaremos toda la vida con nosotros mismos. Entonces ¿Por qué no aprender a amar a la persona con la que pasarás el resto de tu vida sin perder un segundo?, esa eres tú. NADA de lo que aceptes sobre ti puede ser usado en tu contra para herirte. La mejor decisión de tu vida es ser honesta, es realmente liberador.
Por estas razones, hoy mas que nunca entiendo que confiar es una decisión, que he dejado de creerle al miedo, NO quiere decir que no lo sienta y que no este presente en mí, pero me conecto siempre con la abundancia de lo bueno en mi corazón, y en mi mente, capaz de crear TANTOOOOO. Por eso tratemos siempre de rodearnos de personas que si han cumplido sus sueños, que los están logrando, o que están trabajando en ellos, porque verás como ellos te dicen, si adelante, inténtalo, ve por eso. NO importa si tu mamá, papá, hermano, pareja, amigo, si te dice que no puedes, NO ESCUCHES. Porque tengo la sensación de que el peor estado de la vida, es aquel en donde no estamos cumpliendo nuestros sueños. Por lo tanto hazle caso a tu entusiasmo y no escuches a aquellos que ya se rindieron. Vive el encanto y júntate con ganadores.
Besos, Mely.

DEMASIADO asertivo lo que escribiste acerca de la confianza, en mi caso personal tengo una frase preferida, que la escribo en todos lados, la repito a cada instante y la tengo en mi mente y corazón plasmada, la cual es (Jesús, yo confío en ti), que hermoso es confiar en Dios y en uno mismo. Muy bien Mely.
Todos tus escritos son acertados, pero este ha sido el MÁS! Mil gracias!!! Dios te bendiga.
Espectacular! Renovar nuestra Fe y confianza. No dudemos de que el tiempo De Dios es distinto al de nosotros y que sus planes son más altos que los nuestros!
Me senti identificada en todo momento, de hecho mi esposo siempre me dice que soy muy desesperada que quiero que las cosas sean para YA y no debe ser asi. Definitivamente hay que aprender a manejar los tiempos de Dios y no los de nosotros :)
identificada!